El sarro al que también se denomina cálculo dental o tártaro  está compuesto por una parte orgánica y otra inorgánica donde predominan el calcio y el fósforo.

Las causas por las que se produce son por una mezcla de restos de alimentos, sales minerales y millones de bacterias que gradualmente se adhieren a la superficie de los dientes por falta de un cepillado adecuado. Las zonas donde se acumula con mayor frecuencia suelen ser las caras internas de los dientes antero-inferiores, el surco gingival y las zonas cercanas a la salida de las glándulas salivales.

Cuando la placa bacteriana no es eliminada de la superficie de los dientes en menos de 24h, ésta se endurece y se vuelve sarro, sustancia mucho más nociva que la placa. Cuando esto ocurre, la única forma de eliminarlo es por medio de una tartrectomía ( limpieza) que realiza el higienista dental. Este procedimiento es totalmente indoloro y se realiza en una sola consulta normalmente. Según su localización, podemos distinguir entre el sarro supragingival ( amarillo) cuando se encuentra por encima de la encía, y el infragingival o subgingival ( marrón) cuando se encuentra por debajo de la encía.

El sarro dental

 

El sarro es uno de los problemas que con mayor frecuencia ataca a tus dientes. Además de un  problema estético,  puede llegar a convertirse en un serio problema para tu salud, pues si no eliminas la placa diaria correctamente puedes sufrir consecuencias tales como:

  • inflamación de encías ( gingivitis)
  • mal aliento ( halitosis)
  • caries ( las bacterias contenidas en la placa y el sarro sueltan ácido que debilita el esmalte de tus dientes)
  • pérdida de piezas dentales ya que el sarro acumulado bajo los dientes destruye el hueso  que rodea y sujeta tus dientes, lo que favorece su movilidad ( periodontitis)
  • enfermedades sistémicas y problemas digestivos.

Prevenir el sarro es muy fácil:

  1.  Cepilla tus dientes cada vez que comas ( mínimo 3 veces al día), sobretodo cuando comas dulces, ya que es el alimento preferido de las bacterias de la boca
  2.   Usa seda o hilo dental para remover la placa de los espacios interdentales donde no llega el cepillo.
  3. Usa antisépticos orales ( pastas y colutorios) con flúor que evita que la placa se endurezca y se transforme en sarro.  Lo más importante, si quieres cuidar tu boca y prevenir enfermedades futuras, deberías someterte a higienes profesionales de forma periódica bajo las indicaciones de tu dentista.
Si esto te ocurre y no has dado el paso para acudir al especialista, ahora es el momento de hacerlo: vas a prevenir y… lo más importante… vas a sonreír sin complejos!