El xilitol es un azúcar natural, un alditol no fermentable utilizado principalmente en la industria alimentaria como sustituto del azúcar desde finales de 1960. El descubrimiento de xilitol, también llamado azúcar de madera o azúcar de abedul, se atribuye al químico alemán Emil Fisher (posteriormente premio Nobel de Química) y a su alumno Rudolf Stahel, que a través del uso de la hidracina, fueron los primeros en aislar el compuesto, llamando a su invención “Xilitol”. Casi al mismo tiempo, en su “investigación sobre los derivados de la Xilosa,” el químico francés M.G. Bertrand aisló un jarabe de xilitol con características similares.
El xilitol no sólo se encuentra en la naturaleza en muchas frutas y verduras como la coliflor, fresas, frambuesas y arándanos, sino también en el maíz y el abedul, que es de dónde generalmente se extrae por razones económicas.
Tras largos estudios científicos que han hecho muy famosas sus propiedades, el xilitol se ha convertido en un producto no sólo ampliamente utilizado en Escandinavia, sino también en los EE.UU.
La producción industrial de xilitol se realiza a través de la hidrogenación de xilosa, un proceso laborioso que hace que este sustituto de azúcar sea relativamente caro.
El xilitol tiene una dulzura y un sabor similar a la sacarosa. El xilitol puro se disuelve en la boca en contacto con la saliva, produciendo un ligero efecto de frio, debido a sus propiedades endotérmicas que le hacen absorber el calor de una manera similar al mentol.
Debido a que no afecta a la producción de insulina y afecta mínimamente a la de la azúcar en la sangre, el xilitol está indicado y es apto para diabéticos.
El xilitol se absorbe mucho más lentamente y no promueve la hiperglucemia, como ocurre con la sacarosa.
Esta característica también es buena para las personas con síndrome metabólico, un trastorno común que incluye la resistencia a la insulina, la hipertensión, la hipercolesterolemia y un mayor riesgo de coágulos de sangre.
El xilitol en la cocina es adecuado para ser utilizado en la preparación de postres “sanos” y en todas las preparaciones a base de azúcar. También es un excelente sustituto del azúcar para el café, el té y las bebidas en la que normalmente se usa siempre sacarosa.
El xilitol se utiliza como un sustituto del azúcar en dulces tales como helados, chocolate, caramelos, goma de mascar. Se encuentra en muchos alimentos de consumo de diabéticos como en caramelos para la garganta, jarabes, suplementos, cremas dentales y enjuagues bucales.
Desde el punto de vista médico, el xilitol permanece pasivo en el intestino delgado y al no existir un sistema de transporte específico, éste se absorbe lenta y parcialmente. Más adelante, es destruido mediante procesos de fermentación de la flora bacteriana.
Cantidades superiores a 50 g al día pueden causar un efecto laxante leve y temporal. Éste se considera el único efecto secundario del xilitol.
Las propiedades anti-bacterianas tan típicas de xilitol determinan su poder anti-caries. Desde finales del 1970 se identificó al Xilitol como una potente cura contra las caries.
Entre 1972 y 1975, la Universidad de Turku, en Finlandia, publicó los dos estudios más famosos sobre el xilitol, que asentaron las bases para nuevos estudios y nuevos descubrimientos.
En el primer estudio que duró 2 años, participaron 155 personas divididas en 2 grupos y se sustituyeron al azúcar de mesa tradicional por fructosa (primer grupo) y por xilitol (segundo grupo), teniendo en cuenta dosis diarias de 50-67g. Según los resultados del estudio, se produce una reducción de los procesos de la caries dental de un 30% en el grupo de la fructosa y de un 85% en el grupo del xilitol.
El segundo estudio se llevó a cabo tras los sorprendentes resultados del primero. 100 personas se dividieron en dos grupos y consumieron, cada día, 7 g de goma de mascar con xilitol en un grupo y la goma de mascar tradicional con la sacarosa en el otro.
Con una tasa de reducción de caries de 82% era evidente que los efectos beneficiosos de xilitol aparecían también con cantidades mínimas de consumo. Estos resultados son debido a la imposibilidad por parte del estreptococos mutans para alimentarse destruyendo el xilitol, como ocurre en el caso de la sacarosa. De esta manera, el xilitol reduce la flora bacteriana que habita en la cavidad oral, previene la formación de la placa, promueve la producción de una saliva alcalina y al mismo tiempo, promueve la remineralización de pequeñas lesiones de los dientes.
En un estudio posterior realizado por la Universidad de la Universidad de Turku en Finlandia, se encontró que las madres que consumen xilitol, tienen hijos con una menor proporción de estreptococos mutans y, por lo tanto, son menos propensos a la caries dental y a la otitis.
En un informe reciente, además, se ha sugerido que el consumo de xilitol ayuda a controlar la infección llamado cándida, en comparación con la glucosa, galactosa y sacarosa, que pueden llegar a ser la causa.