La placa dental no se identifica fácilmente, debido a que carece de color, es de naturaleza invisible. Para ello, es necesario un agente para revelar la placa, un agente que la tiñe de forma que el paciente puede evaluar aquellas áreas donde necesita un cepillado más exhaustivo.
Existen varios materiales que tiñen la placa dental. Arnim (1963) descubrió el primer colorante que podía utilizarse de forma rutinaria y segura como revelador dental. El agente colorante alimentario “eritrosina”, continúa siendo el más utilizado y se presenta en forma de solución o pastillas. La eritrosina tiñe de forma indiscriminada tanto la placa, cálculo y tejidos intraorales, como las cerdas del cepillo, toallas y la piel. Ésto último parece ser su único inconveniente, haciendo aconsejables las instrucciones y advertencias sobre su uso.
Las combinaciones de colores como el rojo y el verde tiñen la placa diferencialmente según el grosor de formación y su maduración.
Otra solución es la fluoresceína sódica, que tiñe la placa, pero sólo es visible bajo luz ultravioleta.
Todos los tipos de productos reveladores son útiles y es importante considerar las preferencias del paciente. Debe usar tabletas o solución reveladora para evaluar las áreas de retención de placa y para hacer una auto evaluación doméstica de las técnicas de cepillado actuales. Los sistemas reveladores sobre todo son útiles para niños pequeños, para que ellos mismos puedan ser conscientes de cómo es su cepillado y si tienen que insistir más en algunas zonas. Pueden ser especialmente útiles al comenzar un programa preventivo. Conforme el paciente adquiere habilidad en la evaluación del estado gingival, el agente revelador se puede emplear con menos frecuencia para comprobar la minuciosidad de la eliminación de placa.