envejecimiento-dentista-malaga

El paso de los años afecta no solo a la apariencia física, sino también a los tejidos, y entre ellos los orales, sin necesidad de ser ya un anciano.

Un individuo adulto, a partir de 40 años, empieza a evidenciar una serie de cambios y problemas odontológicos debidos al envejecimiento propio de los tejidos y estructuras bucodentales respecto a cuando tenía 20 años.

Las modificaciones bucodentales que podemos apreciar son:

  • Cambios de forma: Las cúspides de los dientes se van desgastando y aplanando, hasta llegar a perder el esmalte incluso. En las muelas este desgaste hace que los puntos de contacto sean casi superficies planas.
  • Cambios en la encía: Adelgazamiento del epitelio. Superficie menos brillante con ligero retroceso gingival exponiendo el cuello dental.
  • Cambios de color: El esmalte se vuelve más traslúcido, lo que hace aparecer la dentina (parte más interna), tornándose una coloración más intensa.
  • Cambios de superficie: Superficie menos lisa. Pequeñas fisuras que se van tiñendo.

Otro aspecto a tener en cuenta, es el efecto de la pérdida de piezas dentales. Al perder piezas, la boca pierde su forma, haciéndose más recta, se forman bolsas en los laterales, se acentúan las arrugas en las comisuras de la boca, los labios se vuelven finos y aplanados, y el mentón se ve puntiagudo.

Actualmente, la estética y las terapias rejuvenecedoras están a la orden del día. Con un buen diagnóstico y un plan de tratamiento odontológico, podemos conseguir una sonrisa y una boca mucho más joven.

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