«Mi hijo todavía sigue con chupete» Esto lo escuchamos a diario con nuestros pacientes más peques, en realidad son peques para los padres pero cuando se trata de un problema causado por el chupete o por la toma de biberón a una edad a partir de los 3 años, nos ponemos serios.
Un niño debe dejar la costumbre del chupete a una edad temprana, ya que después de los 3 años o incluso antes, ya no tiene la necesidad de succionar sino que es un vicio y como tal es malo.
Yo soy mami y también higienista, como primer lugar os hablo como higienista, a veces no le damos importancia a los dientes de leche, a la mordida y hábitos de nuestros reyes de la casa. Los dientes de leche tiene muchísima importancia y hay que cepillarlos igual o más que los adultos, porque comen más chuches, zumos, etc. Por lo cual se pican y aunque no lo parezca duelen a pesar de que sean de leche. Con esto conseguimos que cuando sean mayores no tenemos que estar corriendo detrás de ellos por toda la casa para que se cepillen y les evitamos que cuando vengan a vernos no pasen por la experiencia de arreglarse las caries. Nos tenemos que fijar en cómo muerden y si no estamos seguros de que lo hacen correctamente decirles que van a ir a ver a los ayudantes del Ratoncito Pérez para asegurarnos de que van por el camino correcto.
Si siguen con el chupete y con el biberón debemos tratar de quitárselos y desde aquí os hablo como madre, yo tengo un peque de 2 años y 8 meses y llevamos casi 2 meses sin chupete y sin biberón, él de todas formas tiene problemas a la hora de morder producido por el chupete así que llegó el momento de quitárselo. Probé con todo lo que me decía la gente, que le pusiera un producto que sabía y olía fatal, probé con los remedios caseros…. pero nada funcionaba, hasta opté por quitárselo del tirón y después de estar llorando una noche entera me pudo y se lo volví a dar, pasando tanto él como yo por un trauma que nos podemos ahorrar.
Hasta que una tarde mi madre me dio uno de sus buenos consejos: que le cortara la tetina con las tijeras. Ella lo probó con mi hermano y funcionó, que no es lo mismo decirles a nuestros peques que no hay “tete” a darles su más preciado compañero pero cortado, cuando yo se lo di a mi peque y se lo metió en a boca, corriendo se lo quitó y dijo un : “No me gustaaaaaa”. Desde ese día no lo quiere.
Os animo a que probéis, a mí me funcionó! Ánimo mamis!!