Apenas un levísimo destello
de la luz en la boca, brevemente
delata en la sonrisa del paciente
este aparato cristalino y bello.
La sonrisa orgullosa estira el cuello
mostrando sin reparo cada diente
que siendo transparente no se siente
distinta de los ojos o el cabello.
Mas, ¡cuidado!, que en todo tratamiento,
es preciso saber adónde van
los dientes cuando están en movimiento.
Invisalign con el doctor Román
es tratarse con el convencimiento
de que lo que prometen te lo dan.
Alberto Collantes.