Si al cepillarte los dientes o espontáneamente te sangra la encía, es posible que tengas alguna afección como es la gingivitis (solo afecta a la encía) o periodontitis (afecta a todo lo que rodea al diente). Se suele producir por cambios hormonales o por déficit de cepillado, es decir, hay zonas en las cuales no eliminas bien los restos de comida (entre los dientes o muelas).
Al pasar los días, las bacterias de la boca se acumulan en esa zona, y aprovechan para alimentarse de esos restos de comida que dejamos. Inmediatamente nuestro cuerpo detecta ese aumento de bacterias y envía células y componentes de defensa a través de la sangre, a la zona afectada. Por lo que el aumento de sangre provoca que la encía se inflame, se intensifique el color rojo y solo con el roce, sangre abundantemente.
Para disminuir el sangrado, se recomienda intensificar el cepillado, haciendo que esa sangre comprimida, drene lo suficiente para desinflamar la zona, y con ello, eliminar lo mejor posible los restos de alimentos y así no volver a comenzar el proceso de inflamación.
Para hacer un buen diagnostico es imprescindible que acudas al periodoncista, que con radiografías, y una exploración visual, podrá explicarte con certeza la causa del sangrado de tu encía para poder planificar el tratamiento adecuado.