En los últimos años se ha estudiado la relación entre infecciones bucales y enfermedad cardiovascular, en la que fundamentalmente se identifica a la boca como portadora de bacterias que pueden pasar al torrente sanguíneo, y así afectar a otros órganos del cuerpo, como el corazón.
Actualmente, se considera que existe una asociación entre la periodontitis y la enfermedad cardiovascular, porque las bacterias de las encías infectadas pueden desprenderse, ingresar al flujo sanguíneo, acoplarse a los vasos sanguíneos y aumentar la formación de coágulos. Además, se ha sugerido que la inflamación causada por la enfermedad de las encías también puede desencadenar la formación de coágulos. Los coágulos disminuyen el flujo sanguíneo hacia el corazón, lo que provoca un aumento de la presión sanguínea y del riesgo de sufrir un ataque cardíaco.
Debe de mantener una boca saludable, lo que significa que debe cepillarse y usar hilo dental a diario y visitar al dentista regularmente. También debe asegúrese de que su dentista sepa que usted tiene un problema cardíaco e infórmele toda su historia clínica, incluyendo cualquier medicamento que esté tomando actualmente.
En el caso de los pacientes con enfermedades cardiovasculares, deberían ir cada seis meses a controles con su dentista, debido a que hay que chequear periódicamente la presencia de inflamación en sus encías, supuración, caries y realizar su tratamiento.