La sensibilidad dental es el dolor o molestia que se produce debido a un desgaste de la superficie dental o retracción del tejido gingival. La causa más común en los adultos es la exposición de las raíces ante dicha retracción de las encías. Como estas raíces no están cubiertas con esmalte, los miles de canales diminutos que van al centro del nervio dental (pulpa) quedan expuestos. Cuando el calor, frío o una presión toca esos canales se produce el dolor o molestia.
No prestar atención a sus dientes sensibles puede derivar en otros problemas bucales. Una sensibilidad dental no tratada impide llevar a cabo una correcta higiene bucal, y puede derivar en otras patologías más graves como caries y a la enfermedad de las encías.
Los factores que provocan la retracción gingival y en consecuencia la sensibilidad dental, son variados y suelen estar relacionados con los hábitos diarios:
Es muy importante acudir al odontólogo y mantener un buen cuidado bucal para evitar problemas de sensibilidad bucal. Algunos consejos para evitar la sensibilidad dental:
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