ENDODONCIA
ENDODONCIA
La endodoncia es la rama de la odontología que se encarga del tratamiento de las patologías que afectan a los tejidos pulpares de los dientes como caries profundas, infecciones radiculares o fracturas. Gracias a la endodoncia o tratamiento de conducto podemos conservar los dientes y su función.
En los casos de caries profundas o algún golpe fuerte en los dientes, el dolor puede hacernos pensar que la mejor solución seria extraer la pieza, pero, una limpieza y desinfección de los tejidos podría impedir que esto pase. A este procedimiento se denomina endodoncia.
El propósito principal de la Odontología es preservar todas las piezas dentales, ya que un diente natural no puede ser superado por ningún implante artificial. A pesar de esto, nos mostramos reacios a visitar al odontólogo.
Por este motivo los profesionales recomienda acostumbrar al niño a visitar al odontólogo desde los 6 años de edad, de esta manera estaremos fomentando el habito de realizar la visita al odontólogo.
Además si un brote es detectado a tiempo es más fácil tratarlo, ya que en este caso el odontólogo limpiará el diente y aplicara un recubrimiento metálico o de porcelana. Pero en otros casos la caries llega a la pulpa (que es el tejido que se encuentra debajo del esmalte blanco y de la capa dura llamada dentina) y esta se inflama e infecta.
Debemos recordar que la pulpa tiene vasos sanguíneos, una red de conexiones y nervios que alimentan al diente durante su formación, esta se extiende desde la corona del diente hasta la punta de sus raíces en la parte interior. Por lo general, cuando una persona siente dolor o excesiva sensibilidad al calor o frío, hinchazón y decoloración o molestia en las encías es porque la pulpa presenta algún problema, en cuyo caso debemos acudir inmediatamente al especialista para que este evalué el problema y lo trate, este especialista es el endodoncista.
¿Cuáles son los pasos del tratamiento?
En primer lugar el endodoncista examinara la pieza dental y realizará una radiografía. En segundo lugar se procederá a la aplicación de la anestesia local para luego montar una lámina protectora sobre la zona para aislar de esta manera el diente y conservarlo limpio y sin saliva durante el procedimiento.
Luego se procederá a hacer una abertura en la corona del diente, para empezar a realizar la limpieza de la pulpa y de los conductos, este procedimiento se realiza utilizando un instrumental muy fino, de este modo se abre la corona con pequeños tirabuzones que extraen la pulpa infectada.
Una vez terminado este paso se procede a preparar el espacio para la obturación y para rellenar los conductos con un material biocompatible que tiene la propiedad de unirse con los tejidos, este material posee consistencia agomada y se llama gutapercha, este producto es insertado con cemento adhesivo para asegurar de esta manera el sellado absoluto de los conductos. Después de este proceso el paciente deberá someterse a otra sesión para la colocación de la funda que se denomina incrustación, esta incrustación será de porcelana o metálica y protegerá al diente devolviéndoles la función completa.
Si se diera el caso de que el diente no posea la estructura necesaria para retener una restauración en su sitio, el especialista tendrá la opción de implantar 1 o varios postes dentro de el para otorgarle firmeza.
La endodoncia resulta más económica que la extracción del diente, ya que en caso de extracción debe realizarse un implante o puente dental.
Luego de una endodoncia el especialista le dirá cuando podrá volver a morder o masticar con normalidad con el diente afectado, el paciente deberá saber que si la pieza dental no está absolutamente restaurada correrá el riesgo de sufrir una fractura en esta.
Por ello el tratamiento debe terminarse y el paciente deberá mantener buenos hábitos de limpieza con un cepillado correcto, la utilización del hilo dental y limpiezas periódicas.
Las piezas dentales tratadas con endodoncia pueden durar lo mismo que los otros dientes, generalmente no presentan dolor, y raras veces el diente puede enfermarse o doler.
Por lo tanto si queremos salvar una pieza dental la endodoncia es necesaria, sin embargo la mejor prevención es la higiene y las visitas regulares al odontólogo a la clínica dental, por lo menos cada seis meses. De esta manera podremos tener una dentadura sana y perfecta.