En odontología no solamente nos ceñimos al manejo de las piezas dentarias. Las partes blandas son otro campo muy importante dentro del aparato estomatognático.
De hecho las lesiones de partes blandas de estructuras faciales ocurren aproximadamente en el 80% de los pacientes con traumatismo facial.
Las lesiones de éstas se pueden clasificar en 3 grandes grupos: contusiones, abrasiones y heridas.
Contusiones son aquellas lesiones traumáticas que no producen solución de continuidad en la piel. Se producen cuando la acción violenta que actúa sobre el organismo no es lo suficientemente intensa como para vencer la resistencia de la piel. Éstas pueden clasificarse en contusión de primer, segundo y tercer grado.
Las lesiones que producen erosiones de la piel con una perdida irregular de la epidermis son las abrasiones. Éstas suelen ocurrir en accidentes de bicicletas y motocicletas. Normalmente dejan en la superficie un lecho sangrante.
Cuando existe tras un traumatismo una lesión de continuidad en la piel se les consideran heridas. Clasificándose en heridas incisas, contusas, inciso-contusas y en heridas complejas.